Estos curadores no tienen relación con el trabajo de los actuales curadores magnéticos. Trabajan inteligentemente con las fuerzas vitales del cuerpo etérico. Este grupo debe curar correctamente la personalidad de los individuos en todos los aspectos de su naturaleza. La tarea que debe realizar es transmitir inteligentemente la energía a las distintas partes de la naturaleza -mental, emocional y física-, mediante la correcta organización y circulación de la fuerza. Los actuales curadores debieran tratar de romper con las modernas y tradicionales ideas sobre la curación; reconocer el estupendo hecho de que con el tiempo la curación será efectuada por grupos que actuarán como intermediarios entre el plano de la energía espiritual (sea energía egoica, intuitiva o volitiva) y el paciente o grupos de pacientes.
(El Discipulado en la Nueva Era I, pp. 48-52; pp. ingl. 35-40)